domingo, 11 de agosto de 2013

¿UN FESTIVAL DE QUÉ Y PARA QUÉ? A PROPÓSITO DEL PARO NACIONAL AGRARIO Y LAS TRADICIONALES FIESTAS DEL LIBANO TOLIMA

Por: Andrés Fabián Hernández.
CORPONEVADOS

Retorneritos, X Festival del Retorno. Líbano Tolima.
Foto. Corponevados
El día de hoy, encontré un artículo denominado Diatriba al Festival del Retorno, de la autoría de Pacho Algarra, un hijo del Líbano, quien relata con bastante acierto su inconformidad con lo que es realmente una Fiesta popular como el Festival del Retorno, señalando a riesgo de parecer el más “impopular de sus paisanos” una larga lista de inconformidades de las cuales tal vez muchos y muchas estén de acuerdo o no.

En ese orden de ideas, a pesar de no ser natural de la tierra libanense, me declaro un hijo adoptado por este hermoso lugar escondido entre la cordillera central en el norte del Tolima,  a propósito de llevar dos años laborando con y por las gentes de esta tierra. El artículo de Pacho, llamó mi atención en distintos asuntos, que van más allá de la forma en que se celebra la tradicional fiesta popular caracterizada por el exceso, sobretodo en la ingesta de alcohol, -en fin creo que el reclamo de Pacho es justo en su totalidad y creo sentirme identificado con él, al recordar las Festivales Folclóricos de Ibagué, mi tierra- sin embargo, los asuntos que despertaron mi atención se relacionan con preocupaciones de orden sociopolíticas.


El pasado mes de Julio, el Observatorio Socioambiental de la Provincia de los Nevados y un grupo de líderes sociales y campesinos de la región, realizaron un esfuerzo para llegar a la 8va Asamblea de las bases cafeteras, llevada a cabo en la ciudad de Armenia, que contó con la participación de varios sectores del agro, inconformes todos con la aguda crisis que vive el campo colombiano, allí se determinó con vehemencia que el día 19 de agosto era la hora cero para iniciar el paro nacional agrario. El contexto de este llamamiento, se dio en medio de la fuerte resistencia campesina del Catatumbo, que llegaba a 22 dias de paro total en esta región,  atendida solo por la fuerza militar del Estado y las ambiciones de las transnacionales de la palma y el biocombustible; los cafeteros que apenas llevaban 5 meses después del último paro que inmovilizó el país deciden  retomar la movilización, las condiciones de la economía campesina del sector ha empeorado, las mesas de concertación entre el gobierno y los cafeteros de base[1]  no han generado solución alguna.

La famosa bonanza cafetera, prometida por el actual mandatario desde su campaña a la presidencia, no fue más que el canto de sirena electoral de la hoy quebrada Unidad Nacional, efectivamente, los precios del café llegaron en el año 2011 y el  2012 a repuntar hasta el millón de pesos por carga, parecía que se les hubiese aparecido la virgen a más de un cafetero, que llevaba años, quizá décadas esperando el milagro que la broca, el narcotráfico, el abandono estatal y la guerra  se llevó.

Sin embargo todo lo bueno dura poco, desde mediados del año 2012, el precio del café  se derrumbó, el precio del grano que ya no depende de la producción nacional se vino a pique, las bolsas de valores de Nueva York son las que determinan cuánto vale la carga de café de un campesino de Convenio, de Tierradentro o de la Vereda la Esmeralda en el Libano y Villahermosa respectivamente, la baja y la perdida en el valor a inicios del año 2013, era de más del 40%, lo que significa que se pasó de negociar una carga de café en un millón de pesos, a tener que regatearla por 600 ó 650 mil pesos en el mejor de los casos, el pasado 6 de agosto, el precio de la carga  de café no superaba los 442 mil pesos en las cooperativas de la FNC.


Tomado de la página web de la Federación Nacional de Cafeteros

Los únicos beneficiados de todo esto, han sido los inversionistas de la banca privada, ya que en el fragor y el clímax de la  pequeña bonanza, abrieron sus puertas de par en par a los caficultores, para que estos pudiesen adquirir créditos y multiplicaran como el pan y los peces las ganancias de una nueva época, frustrada luego por la desazón de la crisis y la quiebra; después de años haciéndole el quiebre a la pobreza, lo único que podían comprometer los labriegos eran sus tierras en la transacción comercial con los bancos, si el valor del grano se mantenía, la lógica formal no podía fallar, efectivamente se retornaría a una época de abundancia. Sin embargo muchos de nuestros campesinos, acostumbrados a labrar sin descanso y con férrea  disciplina la tierra desconocían el futuro de la venta de su esfuerzo en sus parcelas.

Podemos adicionar algunos ingredientes que se mezclan con el propósito de este artículo y que no deben dejarse de lado, la región del eje cafetero en la cual se halla el municipio del Líbano, comparte ecosistemas estratégicos y geosímbolos culturales propios de la región, la ubicación en este territorio del parque nacional de los Nevados, comunica e identifica a miles de buenos descendientes paisas, que desde hace ya más de siglo y medio se regaron por las escarpadas tierras de la cordillera central, el nevado del Ruiz, reconocido por su carácter y actividad volcánica, ha podido depositar sobre esta región durante largos milenios, gran cantidad de materia volcánica, minerales de todo tipo entre ellos el oro, único sostén de la economía en crisis, atizada por la especulación de capitales y la guerra a nivel mundial.

Junto a la promesa de la Bonanza cafetera, también llegó el Boom minero energético, sobre los rieles de la famosa locomotora de la muerte, la médula geográfica de nuestro país tiene en sus entrañas la riqueza mineral necesaria para tapizar y construir con oro miles de estadios en el mundo entero, la región cafetera, levantada desde hace años contra la locomotora del despojo, en Marmato Caldas, en Salento Quindio, en Cajamarca y Piedras Tolima, tiene en un punto escondido del Líbano Tolima, en un lugar conocido como la región del Tauro, una explotación aurífera de más de 2 millones de Onzas de oro, que según el tipo de explotación que se desarrolla allí, -explotación por socavón-, la extracción del mineral, podría demorar alrededor de 100 años.

La desesperanza, la pobreza, la riqueza mineral de la región cafetera y las deudas infranqueables con la banca privada, son el caldo de cultivo de una posible ola de despojos legales por la vía del endeudamiento campesino, la prenda -o sea la tierra- de garantía se pierde al no cumplir con las obligaciones  adquiridas con la banca. Mientras tanto, la feria de títulos mineros a las grandes multinacionales, el prometedor negocio que entre la cordillera se esconde y la lógica del capital transnacional, acelera los tiempos que se miden en rentabilidad y disminución de costos para la extracción de tan preciado mineral; el desalojo de los campos cafeteros de miles de familias que tradicionalmente han vivido de la cosecha del café en la región cafetera  que abarca cinco departamentos, puede ser un negocio redondo para las transnacionales que esperan poder abrir frentes de trabajo a lo largo y ancho de la cordillera central.

Siendo mal pensados, podríamos sospechar que tras el inocente cuento de la minería local –además contaminante- que se ejecuta en el Líbano, hay intereses más grandes. En la labor de la CORPONEVADOS, se ha encontrado que en el territorio de la región de los nevados, existen estudios de prefactibilidad que ubican los títulos mineros sobre el territorio entre los doce más importantes del país, la multinacional Oroandes ejecuta dichos estudios[2]. Hace un par de meses, la oficina de la empresa  Mina El Gran Porvenir, fue visitada por algunos empresarios de origen oriental.

Informe: Minería en Colombia, fundamentos para superar el modelo extractivista Contraloría General de la Republica

Entre el 9 y el 19 de agosto serán las Fiestas del Retorno en el Líbano, tal vez la diatriba de Pacho Algarra se repita, ayer fue el desfile de retorneritos, así le llaman a uno de los eventos  del pueblo, donde los colegios y sus niños salen a festejar la tradición rural y agraria del municipio, bueno eso parece según los trajes típicos que la mayoría de ellos vestían, lo que le preocupa a quien escribe este artículo,  es ¿qué festival es el que se celebra entre el 9 y el 19 de agosto? y ¿seguirá siendo tan popular como se añora?.

Lo más lamentable de todo, es que los organizadores del festival, así como distintos personajes de la vida pública han tratado con desprecio  la organización del Paro Nacional Agrario, generando confusión entre los habitantes del municipio, no atendieron el llamado que se hizo desde tiempo atrás para adelantar por unos días o una semana las fiestas populares, es más, la lógica común indicaba que era lo más sensato. Sin embargo, a pesar del abandono estatal y la amnesia y testarudez colectiva de algunos grupos de poder locales, los campesinos y muchos libanenses y tolimenses nos organizamos para iniciar otra larga jornada de resistencia contra el despojo y la pobreza.






[1] Hago la distinción Cafeteros de base, ya que la actual Federación Nacional de Cafeteros, no representa los intereses reales de los caficultores del país, en algunos artículos opinión del Profesor Oscar Arango de la UTP, encontramos reflexiones serias sobre la necesidad de refundar y democratizar el gremio asociado en la FNC.
[2] Informe de la Contraloria de la republica sobre minería.

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